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El verano no solo es buena época para descansar en la playa y disfrutar de la costa, sino para descubrir los maravillosos paisajes fluviales de España, en cualquier punto de su curso desde el nacimiento hasta la desembocadura, ya sea en el mar o como afluente de otros cauces de agua.

Rutas de senderismo, puentes históricos, pueblos pintorescos, molinos y grandes ciudades a su paso son algunas de las opciones que encontrarás si caminas por sus riberas, además de sus bosques característicos y sus cascadas. Son muchos los puntos de interés en torno a ellos. Te proponemos siete ríos españoles para visitar en verano que seguro que te enamoran.

Río Negro (Asturias)

Río Negro
Fuente: Wikimedia/Manuel Pancorbo Castro CC BY 3.0

Asturias cuenta con numerosos caudales tan famosos como el río Sella, donde cada año se celebra el famoso descenso por sus aguas. Pero en esta ocasión te proponemos descubrir un pequeño y pintoresco río costero que permite conocer Luarca, uno de los pueblos pesqueros más bonitos de Asturias. Nos referimos al río Negro, que nace en El Sellón, dentro del concejo de Villayón, y discurre durante unos 20 kilómetros por la zona occidental de la comunidad hasta desembocar en el Cantábrico, en la playa de Luarca.

En su discurrir se encuentra la bonita capilla de San Timoteo, a unos 2 kilómetros de su desembocadura y, a una hora y media en coche, la cascada Xurbeo. La localizarás a un kilómetro de Murias, en el valle de Aller, en un hermoso entorno natural donde crecen los castaños y los robles, en un bello bosque de ribera. La ruta para llegar a la cascada se inicia en el aparcamiento del pueblo de Murias. Se trata de una senda señalizada y de baja dificultad.

Ríos españoles: Tormes

Salamanca
Fuente: Wikimedia/Santiagova CC BY-SA 3.0 ES

El siguiente río que puedes conocer este verano desemboca en el río Duero, así que se trata de uno de sus afluentes. Hablamos del río Tormes, que nace en plena sierra de Gredos y atraviesa con sus 284 kilómetros de longitud las provincias de Ávila, Salamanca y Zamora (Castilla y León).

Puedes observar su nacimiento en Navarredonda de Gredos desde una plataforma habilitada para ello con unas vistas impresionantes y el tramo superior es perfecto para practicar rafting. Pero si algunos puntos imprescindibles en su discurrir son Las Chorreras en la sierra de Gredos y su paso por la ciudad de Salamanca, con el puente romano y la catedral reflejándose en sus aguas.

Río Lobos (Burgos)

Río Lobos
Fuente: Wikimedia/Diego Delso CC BY-SA 4.0

Siempre es un acierto acercarse a conocer los ríos que atraviesan parques naturales. Uno tiene la seguridad de encontrarse con entornos espectaculares y perfectos para las actividades al aire libre. Así sucede con el río Lobos, que cruza el Parque Natural Cañón del Río Lobos, entre las provincias de Soria y Burgos. Los bosques de sabinas, sus farallones, sus animales salvajes como corzos, nutrias y tejones son algunas de las joyas naturales que encontrarás en él.

Especialmente hermoso es el lugar donde se encuentra la ermita de San Bartolomé, hasta donde conduce uno de los senderos más bonitos de este espacio natural. Para visitar por primera vez el lugar te recomendamos que visites primero la Casa del Parque del Cañón del Río Lobos, ubicada en un molino típico de Ucero.

Río Nervión (Álava)

Río Nervión
Fuente: Flickr/Uraren Euskal Agentzia. Agencia Vasca del Agua CC BY-SA 2.0

Otro de los ríos más espectaculares de nuestro país que puedes aprovechar para conocer durante la época estival es el Nervión, en el País Vasco, con unos 72 kilómetros de longitud. Y es que en su discurrir se encuentra la cascada más espectacular del país: el Salto del Nervión, en el Monumento Natural del Monte Santiago. Cuenta con 300 metros de altura y, aunque en época lluviosa es increíble observar su caudal, también merece la pena acercarse en verano y asomarse al Mirador del Nervión, cerca del puerto de Orduña, donde disfrutar de estas vistas panorámicas.

Si sigues el Nervión hasta su desembocadura encontrarás la bonita ría de Bilbao, con sus espectaculares puentes, en donde puedes aprovechar para conocer una de las ciudades imprescindibles del País Vasco, con sus numerosos museos, su hermoso centro histórico y su rica gastronomía.

Río Iregua

Río Iregua
Fuente: Pixabay/PortalJardin

Otro de esos ríos de pocos kilómetros pero gran encanto en nuestro país es el río Iregua, un afluente del río Ebro. Nace en la Sierra de Cebollera, en Hoyos de Iregua, y atraviesa toda la comunidad autónoma de La Rioja. En su curso forma dos embalses: el embalse de Pajares y el embalse González-Lacasa.

Descubre siguiendo su curso, entre otros, el Parque Natural Sierra de Cebollera, la dieciochesca ermita de Nuestra Señora de los Lagares, la localidad de Torrecilla en Cameros, Castañares de las Cuevas con su castillo, ermitas y miradores, el Parque de la Hermandad de Islallana y el Parque del Iregua en Logroño.

Río Guadalete

Río Guadalete
Fuente: Pixabay/Makalu

En Andalucía también son numerosos los ríos que merece la pena descubrir. Pero hoy ponemos nuestra atención sobre el río Guadalete, cuyo nacimiento se ubica en la sierra de Grazalema y su desembocadura en El Puerto de Santa María, en la bahía de Cádiz.

El Guadalete es conocido por ser uno de los ríos anguleros andaluces y en gran parte de su recorrido está catalogado como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC). Antes de conocerlo, acércate hasta el Centro de Interpretación del Bajo Guadalete y luego no dejes de acercarte al molino en el Puente de la Cartuja y la playa de Arroyomolinos.

Río Sil (Galicia)

Río Sil
Fuente: Pixabay/Lopez_Grande

A los pies de la Peña Orniz, a 1980 metros de altitud sobre el nivel del mar, nace uno de los miles de ríos que hay en Galicia y, seguramente, de los más conocidos. Se trata del río Sil, el principal afluente del río Miño, que discurre por las tierras leonesas desde su nacimiento para atravesar la provincia de Ourense, donde se forman los famosos Cañones del Sil.

El Sil se une al Miño en la Ribeira Sacra, una zona repleta de miradores, monasterios, frondosos bosques y espectaculares viñedos por las laderas de las montañas. Se trata de la frontera entre las provincias de Lugo y Ourense, así que cualquiera de las dos orillas del Sil te proporcionarán todo tipo de alternativas. Te recomendamos recorrerlo en catamarán, visitar sus bodegas y, si no tienes vértigo, darte un paseo en globo por la Ribeira Sacra para descubrir este increíble lugar de Galicia desde el aire.