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La temporada de terrazas empieza con fuerza en la capital catalana, que apuesta por espacios con encanto que cuidan mucho su propuesta gastronómica. Para descubrirlo, os proponemos un recorrido en busca de verde que combina algunas de las aperturas del momento con otras terrazas clásicas, muchas veces desconocidas, que se convertirán en vuestros refugios perfectos para los meses de calor.

Nobu Hotel Barcelona, el rooftop más alto de la ciudad

Nobu Hotel Barcelona

La famosa cadena internacional, cuyos platos icónicos han sido imitados en todo el mundo, acaba de inaugurar un rooftop que ya se define como el más alto de la ciudad. Con vistas de 360 grados sobre Barcelona y todos sus referentes naturales y arquitectónicos, el nuevo espacio combina materiales y objetos japoneses con toques tan locales como los azulejos modernistas. La minuta mantiene esta fusión y propone ingredientes locales que otorgan mucho valor a recetas internacionales.

Son prueba de ello los hot dog de butifarra y los onigiris, monakas y mochis creativos. Para maridar, la cerveza artesana de Garage Beer y los vinos biodinámicos de Montrubí remarcan el compromiso con los productores de proximidad. La recomendación es visitarlo durante la puesta de sol y despedir la jornada con un buen cóctel en mano.

Bosco de Lobos, un bosque inspirado en Italia

Bosco de Lobos

Abierto el pasado mes de abril, y después del éxito en Madrid, el nuevo restaurante del Grupo Tragaluz tiene una de las terrazas más instagrameables de la ciudad. Como si de un bosque frondoso se tratara, este espacio ideado por los paisajistas Pepote Comella y Mauricio Ramírez cuenta con 600 metros cuadrados de terraza en pleno barrio de Les Corts.

La minuta, a cargo de los chefs italianos Mateo Spinelli y Alex Kalanja, es una auténtica carta de amor a la cocina tradicional italiana que se expresa en forma de pizzas romanas, pastas clásicas y calzones contundentes. No os perdáis elaboraciones como el carpaccio de espárragos con ricota, el radiccio con gorgonzola y las pappardelle a la boloñesa, y dejad espacio para la crostata de fresas y menta, una tarta cuyo origen se remonta al siglo XV.

Contraban, las emociones en el centro

Contraban

El hotel The Wittmore esconde una de las terrazas menos conocidas del Barrio Gótico. Se trata de un pequeño oasis urbano, en el que solo caben seis mesas, donde se puede descubrir la cocina pictórica del restaurante Contraban. De hecho, el chef Alain Guiard se ha inspirado en las emociones que se generan en el acto creativo para idear una decena de recetas sorprendentes.

Así, conceptos como la libertad, la impaciencia, la nostalgia o la frustración se convierten en carpaccios de cigala, tomates confitados o berenjenas escalivadas, en una minuta que también incluye clásicos como el canelón de rustido o los macarrones del cardenal con secreto ibérico. Todo, maridado con cócteles de autor y vinos naturales en un espacio que transmite calma y serenidad.

Chandigarh Café, modernismo vegetal

Chandigarh Café

La ciudad india ideada por Le Corbusier inspira el nombre de este restaurante de la zona alta de Barcelona. Su terraza, amplia y tranquila, permite desconectar del estrés diario y rodearse de naturaleza en una antigua casa modernista de Pedralbes. El restaurante cuenta con una carta delicada que explora gastronomías mediterráneas y pone el foco en elaboraciones italianas y francesas, con apartados dedicados a los vegetales -como la zanahoria a la barbacoa o los cogollos a la brasa- y a las pastas  -como los gnocchi con cangrejo-, que podréis maridar con cócteles clásicos. Los dueños del local, además, también gestionan Les Filles Cafè, en el barrio de Gracia, que esconde otra de las terrazas con más carisma y menos conocidas de la ciudad.

Cocina de mercado en el restaurante Veraz

Restaurante Veraz

Para los que prefieran terrazas urbanas a pie de calle, el restaurante Veraz de The Barcelona EDITION combina a la perfección urbanismo y cocina de calidad en pleno centro. El chef Pedro Tassarolo resalta los ingredientes de temporada, muchos de ellos adquiridos en el vecino Mercat de Santa Caterina, y rinde homenaje a las tradiciones locales.

No os perdáis platos tan refrescantes como el gazpacho con langostinos o los espárragos con limón y parmesano. De postres, el brioche casero relleno de crema de avellanas será el acompañante perfecto para los encuentros con música jazz y funk que se celebran cada viernes y sábado bajo el nombre de Local Sounds. Para maridar, los vermuts de Tarragona y los vinos regionales se complementan con cervezas artesanas y cócteles de autor.