Todos hemos conocido alguna vez en la vida a una persona que al principio nos pareció reservada, quizá algo distante, algo fría. Y, sin embargo, con el tiempo esa persona terminó convirtiéndose en alguien esencial en nuestra vida. Eso mismo sentí con Lima.
La capital de Perú te recibe bajo su típico cielo plomizo, esa “Panza de Burro” que cubre la ciudad como un velo gris, dejando una primera impresión algo fría. Pero es en ese contraste donde se oculta su magia. A medida que recorres sus calles, descubres que Lima está llena de vida, con barrios que explotan en color, gastronomía y cultura. Por eso hoy, más allá de su bonito centro histórico, nos adentramos en los barrios que están marcando el ritmo de la nueva Lima de la mano de LATAM Airlines.
Barranco
Barranco, con su atmósfera bohemia y arte callejero, es una ciudad paralela, un oasis dentro de Lima. Al recorrer sus calles, nos rodean murales coloridos creados por artistas como Jade Rivera, cuyas obras nos invitan a soñar con mundos mágicos, y otros artistas como Entes y Pésimo, cuyas creaciones transmiten mensajes de diversidad y justicia social.
El punto más fotografiado es el Puente de los Suspiros, construido en 1876. Según la leyenda, si lo cruzas conteniendo la respiración, el deseo que estés pensando se hará realidad. Este puente ha inspirado canciones, como el icónico vals de Chabuca Granda, y es un punto de encuentro para parejas y artistas.
A sus pies, la Bajada de los Baños nos lleva hacia el mar, un camino adoquinado bordeado de restaurantes y bares que solía ser transitado por pescadores en el siglo XIX.
El arte no solo está en las calles. Barranco alberga el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), el único en Lima dedicado al arte moderno, y el Museo Pedro de Osma, una joya del arte colonial en una mansión de principios del siglo XX.
También nos podemos ir de compras a la Galería Dédalo, un espacio emblemático que celebra la creatividad y la artesanía peruana. Fundada en 1992 por María Elena Fernández, quien tras estudiar arte en Florencia regresó a Perú con el sueño de crear un lugar donde convergieran artistas de diferentes disciplinas, Dédalo se ha convertido en un referente cultural de la ciudad. Originalmente comenzó en Miraflores, pero tras diversos desafíos, en 1996 se trasladó a su actual ubicación en una hermosa casona restaurada en el Paseo Sáenz Peña.
Las noches en Barranco merecen mención aparte, con bares como el Barranco Beer Company o Ayahuasca, ubicados en antiguas mansiones coloniales, donde el pisco sour y la música en vivo nos mantendrán en activo hasta altas horas de la madrugada.
Miraflores
Si Lima fuera el cuerpo humano, no cabe duda de que Miraflores sería su corazón. El barrio donde late la actividad económica de la ciudad, su gastronomía y en torno al cual gira todo el turismo.
Mientras caminamos por el Malecón, la vista del océano Pacífico y la suave brisa marina nos acompañan. Bajo los acantilados de la Costa Verde y la sombra de los parapentes, los surfistas desafían las olas, siguiendo una tradición que se remonta a los antiguos pescadores peruanos. Hace más de 4.000 años, los habitantes de las costas del norte de Perú ya surfeaban sobre los “caballitos de totora”, pequeñas embarcaciones de caña que les permitían montar las olas y aventurarse en el mar para pescar. Hoy, el surf sigue siendo una parte integral de la cultura peruana, y en Lima se concentra en playas como Makaha y Waikiki.
Detenemos nuestro paseo un instante en el Parque del Amor. Inaugurado el 14 de febrero de 1993, el parque rinde homenaje al amor en todas sus formas. Su pieza central es “El Beso”, una escultura de 12 metros de largo creada por el artista peruano Víctor Delfín, que representa a dos amantes en un apasionado abrazo.
El parque está decorado con coloridos mosaicos que incluyen frases poéticas sobre el amor, creando un ambiente ideal para parejas o solteros melancólicos que buscan un lugar especial para disfrutar del atardecer.
Nos dirigimos luego hacia el centro de Miraflores, al Parque Kennedy, un lugar lleno de vida y una peculiaridad que lo hace único y famoso en todo el mundo: sus gatos. Docenas de felinos pasean libremente por el parque, trepan a los árboles y se dejan acariciar por los visitantes. Estos gatos son cuidados por asociaciones locales y la municipalidad, que se encargan de alimentarlos y esterilizarlos, asegurando su bienestar.
Alrededor del parque, encontramos una amplia oferta de restaurantes, bares y cafeterías que invitan a disfrutar de la gastronomía peruana. La Lucha Sanguchería, famosa por sus sándwiches con ingredientes locales, es una parada obligada. Si prefieres algo más relajado, el Café Haití, con su ambiente clásico y café aromático, es ideal para una pausa tranquila. Por la noche, los bares cercanos como BarBarian y Nuevo Mundo ofrecen cervezas artesanales, mientras que en locales como el Museo del Pisco podemos disfrutar del famoso pisco sour.
Si buscamos cultura, debemos acercarnos hasta Huaca Pucllana, una antigua pirámide de adobe que data de la cultura Lima, alrededor del 400 d.C. La pirámide tiene siete plataformas escalonadas, y su estructura estaba dedicada a rituales religiosos y sacrificios, posiblemente en honor a la diosa Pachamama, la Madre Tierra andina. Además, se cree que se realizaban ofrendas y ceremonias para mitigar problemas como sequías o malas cosechas.
Estamos en Lima, capital mundial de la gastronomía, y en Miraflores se reúnen algunos de los mejores restaurantes de la ciudad. Uno de los más famosos es Maido, que fusiona la cocina japonesa con la peruana, creando una experiencia única con la cocina Nikkei, reconocido como el mejor de Latinoamérica.
Para los amantes del marisco, La Mar ofrece el ceviche más fresco y una variedad de platos marinos en un ambiente relajado, ideal para un almuerzo junto al mar. Panchita, por su parte, te invita a saborear la comida tradicional peruana en un entorno acogedor, con platos como el anticucho y el tacu tacu que reflejan la esencia de la cocina criolla. Otra opción de calidad es Rafael, con su elegante propuesta que fusiona lo mediterráneo con lo peruano.
Callao y La Punta
Callao, que alberga el principal puerto de Perú, es un distrito que fusiona de manera única su historia marítima con una escena artística y cultural en constante evolución. Durante los últimos años, se ha visto una notable transformación en varias zonas, en particular Monumental Callao, que ha pasado de ser un área marginal a una zona de creciente interés turístico.
Este renacimiento cultural ha sido impulsado principalmente por el arte urbano, con más de 60 murales de artistas peruanos e internacionales que cubren las paredes de su pequeño casco histórico. Un laberinto de calles en el que se adivinan edificios de estilo colonial que vivieron una mejor época y que, por suerte, están siendo remodelados y recuperando la belleza de sus fachadas y de esas balconadas de madera tan habituales en otras ciudades como Cuzco.
En Monumental Callao, se pueden encontrar también galerías de arte contemporáneo, como Fugaz, un espacio donde artistas locales exponen sus obras, y estudios que exhiben arte moderno en medio de coloridos grafitis y arquitectura colonial.
En lugares como Plaza Matriz y sus alrededores, es posible disfrutar de cevicherías tradicionales, bares de pisco y propuestas de comida fusión que se llenan los fines de semana de gente local.
Un recuerdo a la historia de este importante enclave lo encontramos en la Fortaleza del Real Felipe, una fortificación construida en 1747 durante la época colonial para proteger el puerto de Callao de ataques piratas y navales. Con sus altos muros y laberintos internos, la fortaleza es un recordatorio de la rica historia militar de la región.
Dentro de Callao, pero con identidad propia, encontramos La Punta. Con una rica historia que data de principios del siglo XX, es uno de los barrios más lujosos de la capital. Sus calles están llenas de elegantes casonas de estilo republicano, muchas de ellas centenarias, que reflejan el pasado aristocrático de la zona.
La gastronomía de La Punta es otro de sus grandes atractivos, con una fuerte presencia de restaurantes especializados en pescados y mariscos. Entre los más conocidos se encuentran La Caleta de La Punta y El Mirador, donde los comensales pueden disfrutar de platos frescos y tradicionales como ceviches, jaleas y parihuelas, que capturan la esencia del sabor marino de Perú.
Durante los fines de semana, estos lugares se llenan de familias y grupos que buscan una experiencia culinaria junto al mar, en un ambiente relajado pero exclusivo.
El barrio también es ideal para los deportes acuáticos, como el remo y el kayak, y para paseos tranquilos por sus malecones, donde se pueden admirar tanto las antiguas mansiones como las vistas panorámicas del océano Pacífico.
Volar con LATAM Airlines: la mejor aerolínea de Latinoamérica
La aerolínea LATAM Airlines se posiciona como la opción perfecta para los viajeros que desean descubrir Perú y el resto de Sudamérica. Ofreciendo vuelos diarios directos desde Madrid a Lima, LATAM Airlines facilita el acceso a toda la región. Desde allí, los pasajeros tienen la posibilidad de conectar con más de 120 destinos en Sudamérica. Esto incluye ciudades como Santiago de Chile, Buenos Aires, Bogotá y Río de Janeiro, así como destinos menos conocidos, pero igualmente fascinantes, como Mendoza o Quito.
Dentro de Perú, LATAM Airlines conecta con más de 15 destinos domésticos, lo que facilita el acceso a los principales destinos turísticos. Desde la histórica Cusco, la puerta de entrada a Machu Picchu, hasta Arequipa, conocida por su arquitectura colonial y el majestuoso volcán Misti.
Otras ciudades destacadas, como Trujillo, con sus impresionantes ruinas preincaicas, o Iquitos, la capital de la Amazonía, también están al alcance de los viajeros.
La aerolínea ha sido galardonada con la máxima calificación de cinco estrellas en los premios APEX por tercer año consecutivo, destacando su calidad en aspectos como comodidad de asientos, servicio en cabina, gastronomía y entretenimiento a bordo. Además, LATAM Airlines ha sido reconocida en los premios World Travel Awards y en los APEX Best In Airline Awards, donde ha obtenido el premio al “Mejor servicio de alimentación y bebidas a bordo” por tercer año consecutivo.
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