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De los 104 habitantes que tenía en 2021, hemos pasado a 117 en 2022, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. No es un caso habitual entre los pueblos de la España vaciada: crecer en población. Pero es que la historia reciente de Tramacastilla es muy peculiar, empezando porque acoge el primer restaurante con estrella Michelin de toda la provincia de Teruel.

Seducidos por el aroma de los fogones de la joven chef María José Meda, ponemos rumbo al suroeste de Teruel para conocer Tramacastilla, una localidad de pasado ilustre y de futuro prometedor ubicada en plena Sierra de Albarracín.

Tramacastilla, el sabor de la sierra

Tramacastilla - Fuente: Ayuntamiento de Tramacastilla
Tramacastilla – Fuente: Ayuntamiento de Tramacastilla

La Sierra de Albarracín no solo da nombre a un conjunto montañoso del extremo sur de Aragón, sino también a la comarca de Teruel que hace frontera con Cuenca y Guadalajara. Pero seguro que todos la conocéis porque lleva el nombre de uno de los pueblos más venerados de Aragón, declarado Patrimonio de la Humanidad: Albarracín.

A poco más de 20 minutos al oeste de la capital comarcal, siguiendo la serpenteante A-1512, llegamos a Tramacastilla, un pueblo situado a más de 1200 metros de altura en la confluencia de los ríos Guadalaviar y Noguera.

Y aunque hoy luce como un pequeño pueblo de poco más de 100 habitantes, Tramacastilla fue una relevante localidad de la frontera entre los antiguos reinos de Aragón y Castilla, como muestra su denominación.

Primero formó parte de una taifa bereber tributaria del Cid —el pueblo también se ubica en el Camino del Cid— para después, a finales del XII, pasar a formar parte de un señorío cristiano hasta que a mediados del XIII se incluye en la Sesma de Villar del Cobo, un distrito dependiente de la Comunidad de la Sierra de Albarracín, una de las instituciones más antiguas de Aragón que hoy sigue en funcionamiento.

Una vuelta por Tramacastilla y su entorno

Tramacastilla - Fuente: Ayuntamiento de Tramacastilla
Plaza Mayor de Tramacastilla con el Ayuntamiento, la iglesia de Santa Ana y la fuente en primer término – Fuente: Ayuntamiento de Tramacastilla

Ocho más siglos más tarde de que el rey Jaime I de Aragón privilegiase esta localidad, Tramacastilla trata de recuperarse de la continua pérdida de población de las últimas décadas: de casi 400 habitantes en 1950 a 117 en 2022.

Pero recorriendo calles como la Magdalena, La Parra o San Sebastián se percibe un aire regenerador: restauración de casas antiguas, nuevas viviendas y un puñado de casas rurales y un pequeño hotel que aprovechan la deslumbrante ubicación de este pueblo en plena Sierra de Albarracín para seducir a viajeros que buscan un destino rural alejado de las rutas más frecuentadas.

Y todas esas calles citadas confluyen, como no podía ser menos, en la Plaza Mayor en la que encontramos los hitos habituales de estos espacios tan típicos del urbanismo español: el edificio del Ayuntamiento que luce el antiguo cartel de “Casa Lugar, Trama Castilla” y la iglesia del pueblo que, en este caso, está dedicada a Santa Ana: en su interior destaca la cruz procesional del siglo XV de plata sobredorada con alma de madera. Además, en el centro de la Plaza Mayor destaca la fuente, una construcción reciente que recrea las dos torres del escudo de Tramacastilla.

En la entrada oriental del pueblo también puedes visitar la ermita de Santa María Magdalena del XVII que consta de una sola nave de dos tramos cubiertos por bóveda de medio cañón con lunetos y cúpula sobre pechinas, además del singular retiro: un pórtico sobre cinco columnas dóricas.

Barranco Hondo cerca de Tramacastilla - Fuente: Ayuntamiento de Tramacastilla
Barranco Hondo cerca de Tramacastilla – Fuente: Ayuntamiento de Tramacastilla

Pero son los alrededores del pueblo los que más seducen a los viajeros, los perfiles serranos que protegen Tramacastilla con sus tres peñas: Peña el Castillo, Peña la Umbría y Peña el Cabezo. La primera de ellas debe el nombre a una torre defensiva de época bereber, cuando los Beni Razin dominaron toda la Sierra de Albarracín.

Una buena forma de reconocer este entorno es recorrer alguna de las sendas que transitan por los alrededores del pueblo como la que conduce al Barranco de las Cuevas que parte del propio pueblo de Tramacastilla y conduce hacia la vecina localidad de Noguera de Albarracín siguiendo el curso del río homónimo: son cinco kilómetros de una sencilla ruta que permite disfrutar de algunas de las cuevas que ha tallado el río en la sierra.

Si quieres algo más exigente pueden embarcarte en la ruta del Barranco Hondo que nos lleva al sur de Tramacastilla, recorriendo parte del cañón excavado por el Guadalaviar y que conduce hasta el fondo del barranco a la altura del antiguo molino: casi diez kilómetros de una ruta circular con menos de 200 metros de desnivel acumulado.

El Batán, el estrella Michelin de Tramacastilla

Un plato del restaurante El Batán - Fuente: Hospedería el Batán
Un plato del restaurante El Batán – Fuente: Hospedería el Batán

La historia reciente de Tramacastilla cambió hace 25 años cuando María José Meda decidió junto a su pareja optar al concurso para reconstruir una antigua fábrica de lanas en las afueras del pueblo. Meda y su pareja apostaron por convertir el edificio en un hotel rural y un restaurante que revalorizase la zona a través de la promoción de las materias primas de la cocina serrana.

La pareja ganó el concurso arrancando su proyecto de El Batán. Pero, por entonces, María José no sabía mucho de cocina. Fue el día de la inauguración el que la obligó a ponerse tras los fogones para ayudar a su madre. Y desde entonces se quedó en la cocina.

María José Meda, chef del Batán - Fuente: Hospedería El Batán
María José Meda, chef del Batán – Fuente: Hospedería El Batán

Primero como autodidacta, experimentando en la cocina bajo la influencia de su madre, y después compaginando sus estudios en Teruel con la gestión del negocio de hostelería, María José Meda terminó por convertirse en la chef que es hoy en día: hace una década su restaurante conseguía una estrella Michelin, siendo el primer restaurante de la provincia en lograr tal distinción… ¡en un pueblo de 100 habitantes!

Diez años más tarde, la Hospedería El Batán es el principal reclamo turístico de Tramacastilla: no son pocos los viajeros que recorren más de 500 kilómetros solo para probar la judía verde con carbonara y aire de su piel, el wagyu mudéjar a la llama, el lomo de atún rojo en sésamo, guacamole y wasabi o la sublimación crema de boletus, trufa y parmesano. Bueno, y a disfrutar en la sobremesa del paisaje serrano que, desde que María José Meda abrió su negocio, aún sabe mejor.