5/5 - (2 votos)

Una de las mejores maneras de descubrir la diversidad de nuestro país es a través de su gastronomía: desde Galicia a Euskadi pasando por Región de Murcia o Canarias, cada rincón de España tiene sus propias peculiaridades culinarias y sus platos estrellas más populares, algunos de ellos hitos a nivel internacional.

Pero hoy hemos decidido saltarnos los platos del menú e ir directamente al postre. Porque un dulce en el momento adecuado en el instante preciso (y acompañado de la persona correcta) siempre es el colofón de un momento inolvidable y la antesala de buenos presagios. Y es que pocas cosas se pueden comparar al primer bocado o primera cucharada de alguno de estos diez dulces típicos de nuestro país.

Diez dulces para comernos España a bocados

Ensaimada
Ensaimada

Que sí, que faltan un montón de postres y dulces típicos en esta selección, pero tenemos que vigilar las calorías y los niveles de azúcar y, además, el precio de la leche, los huevos y el azúcar no está como para pasarnos de golosos. Pero seguro que con estos diez dulces ya quedamos bien saciados.

Yemas de Ávila

Yemas de Ávila - Fuente: Depositphotos
Yemas de Ávila – Fuente: Depositphotos

Empezamos la vuelta a España más dulce en Ávila. Con unas yemas de huevo, azúcar, canela en rama, corteza de limón y un poco de azúcar glass ya tenemos los ingredientes suficientes para preparar unas adorables yemas de Ávila cuyo origen, según parece, está en la pastelería La Flor de Castilla de la ciudad a mediados del XIX.

Varias décadas más tarde se terminó por imponer su nombre comercial que ha llegado hasta nuestros días: yemas de Santa Teresa, en homenaje a la mística y patrona de Ávila que, nos perdone el chiste, seguro hubiera vivido un momentáneo éxtasis de haber probado este dulce en su honor.

Ensaimada

Ensaimada - Fuente: Depositphotos
Ensaimada – Fuente: Depositphotos

La primera referencia a este mito de los dulces baleares nos lleva al siglo XVII como colofón en fiestas y celebraciones. Pero no sería hasta mediados del XIX cuando la ensaimada comienza a enamorar en la península después de que se abriera la no menos legendaria pastelería de La Mallorquina en la Puerta del Sol. El resto, como se suele decir, es historia: desde 2004 está protegida por la Indicación Geográfica Protegida.

Fardelejo

Fardelejo - Fuente: Depositphotos
Fardelejo – Fuente: Depositphotos

Nos vamos mucho más atrás en el tiempo para conocer el origen de este otro dulce que tendría origen árabe. Y es que ya sabemos las habilidades reposteras que tienen en los países de este entorno. Según se dice, los primeros fardelejos peninsulares habrían sido elaborados en Arnedo… ¡hace 1200 años!

Convertido en dulce típico de La Rioja, actualmente se elabora como mazapán ligero compuesto de huevo, azúcar, almendras molidas y ralladura de limón recubierto de hojaldre muy fino al que se le añade azúcar glass, siempre con esa forma rectangular que lo caracteriza.

Mazapán

Mazapanes de Toledo
Mazapanes de Toledo

Y ya que hemos nombrado este término no podemos dejar de pasarnos por Toledo para degustar otro dulce que no merece presentación en nuestra historia repostera. Ya sabes que la leyenda dice que el germen de esta pequeña pero contundente joya culinaria se produce en un momento de escasez culinaria en la ciudad, ya sea con la irrupción de los musulmanes o con el sitio de los almohades en el XII.

Sea como fuere, alguien tuvo la brillante idea de mezclar almendra con azúcar y huevo aprovechando quizás las sobras de otras recetas, generando una pasta más que deliciosa: un “pan de maza” (machacado) que se ha convertido en algo más que un dulce típico de nuestra Navidad.

Tarta de Santiago

Tarta de Santiago - Fuente: Pixabay
Tarta de Santiago – Fuente: Pixabay

Otro postre español con Indicación Geográfica Protegida. Y es que la tarta de Santiago también son palabras mayores si hablamos de la historia repostera de nuestro país, una tarta que lleva inscrita la Cruz de Santiago desde hace ya casi un siglo, cuando la pastelería Casa Mora de Santiago de Compostela empezó a decorar así este postre.

Su origen es dudoso ya que el consumo de almendra en Galicia en la Edad Media sería un auténtico lujo dada su escasez, pero desde finales del XVI existe constancia de un bizcocho de almendra denominada “torta real” que sería una “proto tarta de Santiago”.

Pestiños

Pestiños - Fuente: Depositphotos
Pestiños – Fuente: Depositphotos

Nos vamos al otro extremo de España para degustar unos pestiños que ya aparecen en las fuentes literarias desde principios del XVI en la obra La lozana andaluza como parte de las recetas culinarias de la protagonista. Y es que, aunque su nombre no es muy prometedor, el pestiño es un delicioso “fruto de sartén”: es frito en la misma con aceite de oliva para luego ser pasado por miel. Se dice, así mismo, que está emparentado con la shebbakiyya marroquí lo que lleva a concluir a los historiadores gastronómicos que ambos pueden tener un “ancestro culinario” común andalusí.

Miguelitos

Miguelitos - Fuente: Wikipedia
Miguelitos – Fuente: Wikipedia

Nos vamos a Roda en Albacete para darle al Miguelito, uno de esos dulces que no falta en las estaciones de servicio y áreas de descanso del centro peninsular. Mientras estiras las piernas y pululas por los estantes de estos lugares de trasiego continuo tus ojos te llevan a una caja de prometedores dulces rellenos de crema.

Y piensas, “me lo merezco después del atasco”, “o me lo merezco porque… porque sí, porque los Miguelitos de Roda están muy ricos”. Venga, póngame dos cajas. Mejor tres, que una es para la suegra, que ganarse a la suegra es un trabajo sin descanso en el que el dulce es el mejor aliado.

Frixuelos

Frixuelos - Fuente: Depositphotos
Frixuelos – Fuente: Depositphotos

Otra fruta de sartén que aún no tiene un monumento en Asturias como la sidra, pero lo tendrá a no mucho tardar. Empieza por una fabada, sigue con un cachopo y termina con unos frixuelos —sin relleno de chocolate ni nata… por el amor de Dios, gracias— y verás cómo te quedas. Tal vez pienses que no vas a comer en tres días de lo fartuco que te sientes, pero la sonrisa de tu cara te delata. Comer en Asturias es una experiencia inolvidable, sobre todo para la báscula.

Torrijas

Torrija - Fuente: Pixabay
Torrija – Fuente: Pixabay

Hay un conocido periodista deportivo en España que siempre utilizaba este dulce para expresar que un equipo de fútbol aún estaba en el autobús cuando el árbitro pitó el inicio del partido: “están con la torrija”. Según parece proviene de la tradición de servir este postre con un vasito de vino… y luego repetir torrija y vino, hasta llevar una considerable “torrija” encima.

Sea como fuere, hay pocos dulces en España que tengan tanta fama a nivel internacional, habiendo cruzado nuestras fronteras en todas direcciones desde el siglo XV en el que se documenta en nuestro país por vez primera.

Crema catalana

Crema catalana - Fuente: Depositphotos
Crema catalana – Fuente: Depositphotos

Y terminamos nuestra ruta más dulce por España en Cataluña con otro postre de origen francés, en este caso la crème brûlée, pero que ya habría sido adoptado en tierras catalanas desde al menos el siglo XIV como atestigua un recetario medieval.

Preparada con yema de huevo, azúcar, harina de trigo y leche aromatizada con canela y piel de limón, el colofón de la crema catalana como mandan los cánones llega a la hora de servir, cuando se espolvorea de azúcar blanco y posteriormente se pasa por encima una pala de hierro muy caliente o un pequeño soplete. Y ahora a introducir la cuchara atravesando esa capa de azúcar requemado hasta alcanzar la crema… ¡Dulce éxtasis!