A solo una hora de Faro, más allá de las playas doradas y los acantilados icónicos del Algarve, se esconde un rincón que pocos conocen: los Passadiços del Barranco do Demo. Aquí, la naturaleza se muestra en su estado más puro, con una garganta impresionante que corta la Serra de Monchique en dos y un sendero de pasarelas de madera que permite adentrarse en este paisaje salvaje sin alterar su equilibrio.
Nos sumergimos en un Algarve diferente, donde la roca y la vegetación crean un espectáculo de contrastes y donde la historia y la geología han moldeado el terreno a lo largo de los siglos. Es también una apuesta por un turismo sostenible, ofreciendo una alternativa a las rutas más transitadas y revelando una faceta menos explorada de esta fascinante región portuguesa.
Un paseo por el “Gran Cañón de Alferce”

Situado en la pintoresca aldea de Alferce, el Barranco do Demo, conocido localmente como el "Gran Cañón de Alferce", es una formación geológica que divide la sierra, creando paisajes de una belleza salvaje. Las pasarelas, que se extienden a lo largo de aproximadamente un kilómetro, permiten a los visitantes adentrarse en este desfiladero de manera segura y cómoda.
El recorrido incluye más de 500 escalones y culmina en un emocionante puente colgante de 50 metros que atraviesa la imponente grieta, un desafío que pone a prueba la valentía de los aventureros y regala una panorámica única de la sierra. La sensación de flotar sobre el barranco, con el viento golpeando suavemente y el eco del desfiladero resonando a lo lejos, hace que cruzar el puente sea una experiencia inolvidable.
Este sendero forma parte de una ruta peatonal más amplia de 6,5 kilómetros que conecta Alferce con el Cerro do Castelo. En este cerro se encuentran las ruinas de una fortaleza islámica de los siglos IX y X, desde donde se obtienen vistas panorámicas de la sierra y del embalse del río Odelouca.




‘Passadiços’ del Barranco do Demo - Municipio de Monchique
Se trata de un punto de interés no solo para senderistas, sino también para amantes de la historia y la arqueología, pues el yacimiento ha revelado elementos que cuentan la historia de un Algarve medieval, marcado por la influencia islámica y las disputas territoriales. En el futuro, se espera que el Centro de Interpretación del Cerro do Castelo de Alferce (CICCA) abra sus puertas para ofrecer información detallada sobre la importancia de este enclave arqueológico.
Para llegar a los Passadiços del Barranco do Demo, se recomienda estacionar el vehículo cerca del cementerio o de la iglesia de Alferce y seguir las señales que conducen a las pasarelas. El acceso es gratuito y está abierto todo el año, aunque se aconseja visitarlo entre septiembre y junio para evitar las altas temperaturas estivales. A lo largo del recorrido hay zonas de descanso con bancos y mesas, ideales para contemplar las vistas o disfrutar de un picnic con productos típicos de la zona.
Es recomendable llevar calzado cómodo, ya que el terreno puede ser irregular en algunos tramos, y ropa adecuada para el clima, especialmente en invierno, cuando la humedad y el viento pueden hacer que la temperatura descienda considerablemente. En verano, es mejor realizar la caminata a primera hora de la mañana o al atardecer para evitar el calor intenso. Llevar una botella de agua y algo de comida ligera también es aconsejable, especialmente si se planea recorrer la ruta más extensa.
La riqueza natural de la Serra de Monchique







Sierra de Monchique - Fotos: Christian Rojo
La Serra de Monchique es una cadena montañosa en el oeste del Algarve, cuyo punto más elevado es la Fóia, con 902 metros de altitud, siendo el más alto del Algarve y uno de los puntos más prominentes de Portugal. Debido a su proximidad al mar, posee un clima subtropical húmedo, con precipitaciones medias anuales entre los 1000 y los 2000 mm, que, asociadas a temperaturas amenas, permiten la existencia de una vegetación rica y variada, incluyendo especies como el castaño, el alcornoque y el madroño.
Para los aficionados a la observación de aves, la Serra de Monchique es un lugar privilegiado para divisar especies migratorias y endémicas de la región. La región es especialmente bella en primavera, cuando la vegetación explota en un festival de colores y los aromas de las flores silvestres se mezclan con el frescor de los bosques.

Actividades complementarias en la región




Sierra de Monchique - Fotos: Christian Rojo
Además del recorrido por las pasarelas, la región ofrece otras actividades para los visitantes. Monchique, a solo 7 kilómetros de Alferce, es conocida por sus aguas termales en Caldas de Monchique, un balneario histórico cuyas aguas sulfurosas han sido apreciadas desde la época romana. Con temperaturas que oscilan entre los 30 y 35 grados, estas aguas son ideales para tratamientos terapéuticos y relajantes, convirtiendo la visita en una experiencia de bienestar.
El propio pueblo de Monchique también invita a pasear por sus calles empinadas, visitar su iglesia del siglo XVI y degustar la gastronomía local, como el 'bolo de tacho' y el licor de madroño. Durante la primavera y el otoño, es común encontrar festivales gastronómicos en la región, donde se pueden probar productos locales como el chorizo de Monchique, la miel artesanal y los quesos de cabra de producción local. Los mercados de la zona ofrecen una oportunidad perfecta para conocer de cerca la vida rural del Algarve, donde los productos frescos y las recetas tradicionales siguen siendo el alma de la comunidad.
Para quienes buscan un contacto más profundo con la naturaleza, existen rutas de senderismo como el PR9 MCQ, que conecta el valle con el castillo, o el PR8 MCQ, un recorrido por los caminos tradicionales de Alferce que atraviesa bosques de ribera, arroyos y antiguas calzadas medievales. Estas rutas permiten descubrir rincones menos conocidos de la región. Otra opción es ascender hasta el Pico da Fóia, desde donde se pueden disfrutar vistas panorámicas que alcanzan hasta la costa atlántica en los días despejados.
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