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Pintoresco como pocos, el barrio Húmedo de la capital leonesa es un entramado de calles y plazoletas, en pleno corazón de la ciudad, en el que residentes y visitantes disfrutan de un ambiente siempre animado y de buenas propuestas gastronómicas.

Compite con el anexo barrio Romántico, del que le separa la transitada calle Ancha, y es parte fundamental del casco antiguo leonés y de su historia.  De visita obligada, ofrece recorridos tan amenos como interesantes con bellos monumentos y algunos rincones de esos por los que da gusto perderse.

Fachadas de edificios con solera, buena oferta de ocio de día y de noche, comercios tradicionales que conservan su particular encanto y las imprescindibles tapas, que se impone con ricas sugerencias para todos los paladares. Con este apetecible plan… Cómo no darse un paseo por el barrio Húmedo de León?

Descubriendo el barrio Húmedo

Plaza de San Martín en el barrio Húmedo de León. Imagen de Arturo Castro en Wikipedia

Pasar unos días en León es una magnífica idea que te va a permitir disfrutar de una ciudad de belleza serena que guarda joyas que no te esperas, mientras descubres una de las mejores rutas de tapas de España. El barrio Húmedo forma parte fundamental del casco antiguo y a él se llega fácilmente desde cualquier punto donde te encuentres. El paseo comienza en la emblemática calle Ancha, una de las arterias clave en el plano urbano de León

Esta vía, cuyo trazado se cree que puede corresponder a una antigua calzada romana, es actualmente una calle peatonal, con importante trasiego diario, esencial para tomar el pulso a la ciudad. Las tiendas tradicionales, en las que apetece entrar, llenan de vida esta calle, de apenas 300 metros, que va desde la plaza de Regla, donde se encuentra la majestuosa catedral, hasta la plaza de San Marcelo.

Teniendo como referencia la concurrida calle Ancha, hay que dejarse llevar por el encanto del entramado medieval que forman las pequeñas calles y plazas aledañas. El barrio Húmedo no es muy extenso y perderse, en un primer momento, por las coquetas calles que aún llevan los nombres de los antiguos gremios: calle Platerías, calle Carnicerías, calle Zapaterías… es parte de la aventura. Imprescindibles son también las vías que rodean y marcan los límites del popular barrio, como La Rúa, una de las más comerciales de León, o la calle Caño Badillo.

En el recorrido, algunas las plazas más bonitas de la ciudad sorprenden al final de cualquier calle. La plaza de la Regla, la de San Martín auténtico ‘kilómetro cero’ del barrio Húmedo, la espléndida plaza Mayor, cuyo diseño actual es del siglo XVII, la coqueta plaza del Grano, sin duda una de las más bellas por los distintos elementos que conserva, desde su antiguo empedrado como pavimento, hasta el crucero que la preside, la fuente o la fachada del Convento de las Carbajalas.

Lo que no te puedes perder

catedral de León
Fuente. Pixabay/rperucho

El barrio Húmedo es un espacio abierto donde tradición y modernidad se ensamblan a la perfección.  Recorrerlo, sin prisas, es un agradable paseo pensado para disfrutar del ambiente y contemplar encantadores rincones donde pueden apreciarse un sinfín de pequeños detalles, en los que hay que fijarse. Fuentes, iglesias ‘escondidas’, fachadas de discreta belleza arquitectónica o carteles y antiguos rótulos que anuncian comercios con solera. En esta parte de la ciudad, entre tapa y tapa, hay lugares que merecen una mirada detenida.

Como no podía ser de otra manera, el recorrido monumental comienza en la plaza de Regla, donde se alza la catedral de León, un magnífico ejemplo arquitectónico de gótico francés. La conocida como Pulchra leonina es una de las catedrales más bellas de España, con su pórtico tallado, las esbeltas torres o las hermosas y coloridas vidrieras que no te puedes perder.

De la plaza arranca la calle a Ancha y, en sus alrededores, se extiende el entramado medieval que guarda pequeños tesoros como: el palacio de los Condes de Luna, entre la calle Rúa y la plaza del Conde, cerca ya de las antiguas murallas.  El palacio es Bien de Interés Cultural y, actualmente, sede de la Universidad de Washington y Centro de Interpretación del Reino de León.

Al final de la calle Ancha, en la plaza de San Marcelo, tienes otras interesantes visitas: la iglesia de San Salvador de Palat del Rey, la parroquia más antigua de la capital y cerca, el imponente palacio renacentista de Los Guzmanes (sede de la Diputación Provincial de León) y la preciosa Casa Botines, obra del genial Gaudí.

A escasa distancia y en otro de los puntos clave del barrio Húmedo se encuentra la plaza de San Martín, donde hay que detenerse para contemplar la fachada de la antigua casa de las Carnicerías y, si se dispone de tiempo, entrar a la iglesia de San Martín.

Tapeo en el barrio Húmedo

Tapa de cecina en el barrio Húmedo de León. Imagen: Boca Dorada – CC BY-SA 2.0,

Salir de tapas por el barrio Húmedo es ‘religión’ y una manera de disfrutar de la gastronomía local en un ambiente agradable y distendido. Hay que tener en cuenta que, aunque no hay certezas, se cree que la ‘humedad’ de este particular barrio hace referencia al hecho de las múltiples posibilidades de ‘mojarse por dentro’ que ofrece a quien lo visita.

Aquí, hay opciones para todos los gustos, que no se limitan a las siempre apetecibles tapas, ya que, también hay excelentes mesones, tascas y restaurantes perfectos para disfrutar de una comida o cena si prefieres mesa en lugar de barra. Este divertido barrio leonés resulta de lo más camaleónico y se puede disfrutar de su oferta gastronómica y de ocio tanto en forma de aperitivo rico y variado, como de ‘tardeo’ o de fiesta nocturna con locales específicos para este fin.

Las tapas en León son variadas y generosas y acompañan (gratis) a casi cualquier bebida que elijas, desde cervezas o vinos, hasta un refresco o un vermut, sin olvidar la tradicional limonada leonesa, típica en Semana Santa y que ¡no te equivoques!, se prepara con vino y frutas.

Cada bar o tasca tiene distintas tapas y, generalmente, una propuesta ‘estrella’ por la que es conocido. Se trata de probarlas para poder elegir, así, las favoritas de cada uno. Los quesos y embutidos de toda la provincia y en especial de las comarcas del Bierzo y la Maragatería tienen protagonismo propio en las tapas leonesas. Morcilla, chorizo, cecina, botillo… difícil resistirse.

Además, la creatividad en cuanto a las tapas no tiene límites. Hay locales que apuestas por la tradición presentando exquisitos platos de cuchara ‘en miniatura’ como sopa de ajo o incluso cocido maragato. En estos casos los ofrecen en pequeños boles de barro, como tapas ideales en invierno, o en cazuelitas como ocurre, por ejemplo, con las típicas y originales ‘tapas del papón‘, que llevan garbanzos con bacalao y espinacas y  que no faltan en Semana Santa.

Las croquetas son también un clásico del tapeo leonés, al igual que las patatas fritas, algunas con ricas salsas picantes, a base de queso o de ajo y perejil. El picadillo, la tortilla, los calamares en su tinta o incluso las minipizzas forman también parte de la oferta culinaria del barrio Húmedo de León un lugar, sin duda, para disfrutar en todos los sentidos.